En contraposición a muchos países del mundo, donde el acceso al agua es parte de un negocio, en Venezuela este preciado liquído se ha convertido en un recurso público a la mano del pueblo.
De acuerdo a una resolución dictada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1993, el 22 de marzo es el Día Mundial del Agua, jornada que sirve, año a año, para evaluar y hacer especial hincapié en el tratamiento que los seres humanos le dan al preciado líquido.
En la actualidad, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), existe una crisis generada por la escasez de agua, su terrible administración y la gran cantidad de inconvenientes con respecto a su saneamiento a nivel mundial, lo que genera una gran preocupación.
Se estima que más de mil millones de personas no cuentan con cantidades necesarias de agua potable para cubrir tareas diarias, mientras que otras 2 mil 600 millones carecen de saneamiento, así lo reflejan estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Pero contrario a está situación, en Venezuela, gracias a las políticas desarrolladas por el Gobierno Bolivariano durante estos diez años de cambio y transformación, más del 94 por ciento de la población tiene acceso al agua potable.
Con esta cifra, en los últimos ocho años más de 6 millones de venezolanos se han incorporado al sistema de acceso al agua potable, así lo afirmó, hace algunos días, el presidente de la República, Hugo Chávez, durante el acto con motivo de la reconstrucción de la presa "El Guapo", ubicada en el municipio Páez del estado Miranda.
Esta inversión, según el viceministro de Agua del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (Minamb), Cristóbal Francisco, se corresponde con todo un plan nacional que ha permitido ofrecer a la mayoría del pueblo venezolano un servicio digno.
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