La riqueza de la selva encanta a quienes la visitan.- Diario HOY.-La Amazonía, conocida también como Oriente ecuatoriano, comprende aproximadamente el 45% de nuestro territorio. El nivel de lluvias es muy alto, lo que permite la existencia de un bosque húmedo tropical en el que encontramos una gran variedad de especies.
En el subsuelo se halla el recurso más importante de nuestra economía: el petróleo.
En medio de una vegetación prácticamente virgen, del ambiente denso y caluroso y del murmullo de aves y animales exóticos, habitan varias comunidades indígenas que han conservado sus tradiciones y costumbres lejos de la contaminación urbana.
La riqueza de la Amazonía no es únicamente su flora y fauna, sino también su hidrografía. Algunos de sus ríos son navegables y sirven para la comunicación entre poblados.
Navegar por los ríos en kayaks, canoas, botes, balsas o en simples boyas es un deporte que cada día tiene más adeptos. Es que los ríos Misahuallí, Tena, Jatunyacu y Napo constituyen una tentación difícil de rechazar. Turistas de diferentes latitudes del mundo llegan atraídos por la práctica de este deporte.Existen muchas e interesantes cascadas: la de San Jacinto se halla a la altura del puente sobre el río Misahuallí, en la vía Tena-Archidona; el río Copa, antes de desembocar en el Misahuallí, más abajo de Ongota, se lanza en una cascada de singular belleza; la cascada de Ichurco, en la jurisdicción de Tálag, es parte de un grupo de atractivos en los que sobresalen un lamedero de loras y la poza de hidromasaje natural. No podemos olvidarnos de la cascada de Pimpilala, en la vía Salcedo-Tena, o la de Latas en la vía a Misahuallí.
En la vía Tena-Muyuna-Atacapi, aguas arriba del Tena, existen playas y cochas de aguas cristalinas. Son balnearios naturales.Algunos sitios tienen nombres sugerentes como La Soga, Isla del Amor, San Pedro, Puma Rumi, Acllais, etc. Agua fresca, aire puro, largas caminatas, comidas y bebidas típicas constituyen una tentación para todo turista que visita Tena.
En la vía Tena-Pano-Tálag, paralela al río Pano, existen también sitios de indudable calidad turística.En las riberas del Río Napo, se levantan importantes hoteles de selva y otras instalaciones que ofrecen buen servicio no solo de alojamiento y restaurantes, sino también expediciones que se adentran en la jungla para observar animales salvajes y vegetación única.
